EVITA QUE SE EXTINGA….
Con desenfado, sin inhibiciones, voluntariosos, los animales silvestres encarnan una vitalidad e independencia que desearíamos para nosotros. Nos atrae el misterio de sus vidas separadas y diferentes de las nuestras, pero completas y autosuficientes.
Indiferentes hacia nosotros ellos viven complacidos con su estilo de vida, con su forma de ser, dentro de ese, su mundo, intensamente centrados en sus propias necesidades. Sin embargo, se han visto obligados a sobrevivir a pesar de espacios cada vez más limitados y contaminados por el progreso humano y a la disminución creciente de sus poblaciones debido al tráfico ilegal a los que se les somete anualmente. Situaciones que sin duda mantienen en el límite de extinción a muchas especies.
Ser compradores compulsivos de fauna en la carretera y en otros lugares, nos convierte en el eslabón principal en el comercio ilegal de animales, somos en ese momento un motivo para que existan cazadores furtivos.
Ignorar esta situación tiene un costo inmenso, porque al comprar contribuimos a apartar de sus hábitat a ese animal, rompiendo la conexión natural y esencial en el ambiente silvestre de ambos: del animal y del lugar que le sirvió de hogar, rompiendo el equilibrio ecológico, tan necesario para la supervivencia del hombre y todas las especies sobre el Planeta.
Contribuye en la conservación de nuestra fauna al rechazar su venta.
No son mascotas
